Tipos de argumentos que podemos usar en los textos

La creación de textos es un tema que se debe crear con bastante seriedad. Claro está que cada persona es libre de crear contenido a su gusto y parecer. Pero, si se quiere llegar más a las personas y darle sentido a lo que se escribe, es necesario ofrecer contenido de valor. Para ello, hacer uso de los diferentes tipos de argumentos es clave, ya que el contenido comienza a obtener mayor valoración.

Ya sea que  se esté escribiendo un texto argumentativo, o no, el uso de argumentos nunca está demás. Las personas cuando buscan información, sobre todo en internet, prefieren noticias convincentes. Es decir, que parezca que lo que se está diciendo tiene una razón de ser, un sentido. Eso, al final, es realmente lo que valoran los usuarios y es lo que queda grabado en sus mentes.

Por ende, si se crea contenido periodístico, científico, académico o de cualquier disciplina, argumentar es importante. Sin embargo, muchos usuarios puede que esta labor no le parezca una tarea sencillo. De hecho, necesita de práctica, y también de conocimiento de los diferentes tipos de argumentos.

En el presente se estudiaran estos tipos, y su función para hacer de los textos algo más valioso.

¿Qué es un argumento?

Antes de lidiar con los diferentes tipos de argumentos que existen, es menester saber qué son. Todo argumento se trata de un tipo de razonamiento lógico justificado, que se usa para confirmar y dar validez a lo dicho. Dicho de otra forma, es una justificación de lo que se dice, piensa o cree acerca de un tema, ya que hay pruebas que avalan o confirman eso que se expresa.

El objetivo principal de un argumento, es dar sustento razonable a una idea concreta para que esta sea válida de creer. Sin embargo, el argumento puede tener varios fines, uno de ellos es el de crear convencimiento o persuación en nuestros interlocutores. Básicamente, que esta persona pueda observar que lo que se está diciendo realmente es verdad y tiene sentido. Contenido de valor, pues.

Es importante que los argumentos sean sólidos y coherentes para que las demás personas puedan creer en él. Pero otra característica muy importante que deben poseer los argumentos, es no caer en contradicciones. Es decir, que lo que se esté diciendo no se caiga o cancele bajo su propio peso. Ya que si el argumento afirma una cosa, pero rechaza un planteamiento inicial veraz, este no tendrá validez o sentido.

Los argumentos deben ser lo suficientemente sólidos y veraces para afrontar toda réplica o refuta.

No obstante, la cosa no sólo se queda en el ámbito de debates, puede ir más allá. Ya que puede trascender incluso a las artes, en la cual, un argumento es visto como la línea de sucesos que justifican acciones o situaciones. Esto puede darse lugar en toda clase de libros, producciones cinematográficas, cuentos, teatros, entre otros.

En fin, el uso de razonamiento lógico y justificado es fundamental para cualquier discusión o debate. Es el que cumple la función de dar sentido real a lo que se dice, afirma o se cuenta. Por ello, prescindir o no hacer uso de ello en los textos puede hacer que el contenido que creamos no aporte algo valioso al público. Dando como resultado que los usuarios que nos leen no vean contenido de valor.

Tipos de argumentos

Pues bien, hablar de que existe un solo tipo de argumento es erróneo, ya que existen muchos de ellos. El uso que le demos a cada uno de ellos pueden depender de varios factores. Ya sea el tema que se esté tratando, el tiempo que se dispone para poder argumentar o la información que se conoce con respecto al tema. También depende para qué fin se está argumentando, la validez de un argumento con respecto a un tema, en fin.

Son muchas realmente las variables que pueden afectar que se usen distintos tipos de argumentos. Sin embargo, hacer uso de varios de ellos, si es posible, para sustentar un dicho o hecho, es muy positivo. Mientras un texto sea argumentativo, o no, posea más argumentos de variedad, será mucho más valioso.

Es por ello, que conocer los diferentes tipos de argumentos existente es muy importante. Sobre todo si somos creadores de contenido de cualquier ámbito. Ya que, el crear contenido trae consigo una responsabilidad, ya que se ofrece información que otras personas podrán ver.

Aplicar argumentos es muy positivo para diferentes tipos de textos, para el Copywritter es muy funcional. Averígualo aquí.

Así que, si eres un creador de contenido y quieres ser valorado y criticado positivamente, quizás te convenga saber argumentar. A continuación pues, se presentarán los diferentes tipos de argumentos que existen:

• Argumento de autoridad

Puede considerarse como un tipo de argumento sencillo de aplicar, pero que aun así tiene bastante peso de valor. Ya que se trata del tipo de argumento que sustenta la información expresada bajo la premisa de un autor que posee basta experiencia en el tema tratado. Es decir, validar información a través del crédito o prestigio que posee un autor con respecto a ese tema.

Ya sea que se trate de un especialista en la materia que se esté tratando, o haya hecho múltiples investigaciones al respecto. Basar los argumentos sustentándose en autores es una de las formas más utilizadas debido a su valor y validez. Además de que es uno de los más sencillos de aplicar porque prescinde de otros hechos para sustentar lo expresado.

Para ejemplificar este tipo de argumento, sólo será necesario mencionar a la persona en cuestión que se está citando. Es decir, argumentar que lo que se está expresando, es avalado o confirmado por “tal” autor.

Ejemplo: “Según Mendel, los seres vivos se adaptan a los ambientes y situaciones para poder sobrevivir, los más aptos, serán los que sobrevivan”. “Los seres vivos nos adaptamos a las condiciones de vida que se presenten, estamos llamados a ello, si no lo logramos, no sobreviviremos, como lo establecía Mendel en su selección natural”.

• Argumento lógico

Es uno de los argumentos que aporte mayor validez y valor a nuestros textos o contenidos. Ya que se trata de un tipo de argumento que usa premisas razonables y veraces para llegar a una conclusión con sentido.

Es decir, el argumento sólido se transforma en una consecuencia que viene dada por unas premisas. Y solamente cuando posee esta fórmula, es que el mismo tendrá validez o valor para los usuarios. Sin embargo, este tipo de argumento también es muy usado en la creación de contenido. Ya que permite elaborar ingeniosas razones del porqué alguien debe hacer o pensar algo.

Enumera ventajas, cosas positivas o negativas sobre lo que se intenta decir, y bajo esas premisas se llega una conclusión lógica consecuente.

Un ejemplo de ello puede ser el siguiente: “Los juegos de estrategias obligan a la persona a pensar cada jugada de forma razonable para no perder, desarrollando así, su sentido lógico y crítico ante diversas situaciones”.

• Argumento por deducción

Se trata de uno de los tipos de argumentos más antiguos usados en la historia de la humanidad. Es una buena manera de llegar a conclusiones lógicas posibles, pero no necesariamente se lleguen a conclusiones verdaderas.

El funcionamiento de este tipo de argumento es algo parecido al argumento lógico. Sin embargo, este se usa para dar resultados más concluyentes o concretos. Busca razonar desde lo general, hasta lo particular, partiendo comúnmente, a través de dos premisas que validan la conclusión. Es decir, a partir de dos o más premisas lógicas, se llega a una conclusión que también debería de ser lógica.

No obstante, he allí la problemática con este tipo de argumentos. Que no siempre será real o demostrable un argumento si se parte de premisas que por sí solas son efectivamente válidas.

Un ejemplo claro de este tipo de argumento puede ser el siguiente: “Todos los seres vivos mueren con el tiempo. Mi madre es un ser vivo, por lo tanto, algún día morirá.”

Como se puede apreciar, el argumento utiliza premisas que, efectivamente, son ciertas, por lo que su conclusión también lo es. O por lo menos, en este caso particular lo es, ya que no siempre se dará el mismo caso ni mucho menos el mismo resultado.

Por ejemplo: “Todas las personas que conozco le gusta el chocolate. Juana es una persona, por lo que le debe gustar el chocolate”. Si bien un público general o mayoritario pueda repetir un patrón, no necesariamente quiera decir que todos tendrán ese patrón.

• Argumento por inducción

Este tipo de razonamiento podría considerarse como la contraparte del argumento deductivo. Ya que, el enfoque de es tipo de razonamiento es todo lo contrario, ya que no parte de lo general a lo particular, sino en viceversa. Además, no generaliza la validez de las respuestas a través de sus premisas.

Esto quiere decir que las conclusiones a las cuales se llegan no se dan por válidas o ciertas en su totalidad. No hay un acuerdo del todo sólido, sin embargo, si existe una constante en el tiempo, y esta no cambia, se presume su validez.

Normalmente, para que este argumento tenga validez, se necesita de una observación constante por muchos años. Ya que, se debe descartar que efectivamente, todos los individuos involucrados poseen el mismo patrón sin cambios.

Por ejemplo: “María es amable y considerada. Su esposo José, es amable y considerado. Es probable que sus hijos también lo sean”.

Como se puede apreciar, se toman variables particulares para dar una conclusión general. Sin embargo, esta no necesariamente tenga que ser cierta. De hecho, puede ser todo lo contrario, y en muchos casos los patrones deben ser sólidos y repetirse en todos los casos. Y se sabe pues, que no siempre es el mismo caso para todos. En el ejemplo expuesto, puede que efectivamente los hijos de José y María sea amables, pero también puede que no.

Para ejemplificar mejor el asunto, pongamos un ejemplo o conclusión errónea de este tipo de argumento:

“Un hombre en motocicleta pasó mientras el semáforo estaba en rojo. Otro hombre en motocicleta pasó el semáforo en rojo. Todos los hombres en motocicletas pasan el semáforo en rojo”.

• Otros tipos de argumentos

 – Argumento por mayoría

Es cuando se argumenta o se intenta corroborar una información, tomando en consideración una mayoría a favor. Dicho de otra manera, es cuando se sustenta un hecho a partir de una mayoría que también puede afirmar o está de acuerdo con ese hecho. Ejemplo: “Todo el mundo puede afirmar que las redes sociales son un vicio hoy en día”. Difícilmente este tipo de argumento puede ser refutados.

– Argumento de causa – efecto

Se trata de razonamiento lógico causales, en la cual, una acción repercute directamente en otra. Es decir, que una acción es consecuente directa de otro acontecimiento, y que si se dio una situación, es porque algo la provocó. Un ejemplo sencillo puede ser: “Si haces ejercicio constantemente, tus fuerza y músculos crecerán con el tiempo”.

– Argumentos en contra

Este es el tipo de argumento utilizado para refutar en ocasiones otros argumentos. O bien, para señalar fallos o falencias que puedan tener argumentos a favor sobre un tema en específico. No necesariamente los argumentos en contra validan o confirman un hecho en su totalidad.

Como ya se expresó, este tipo de argumento puede servir para hacer un señalamiento sobre un aspecto negativo sobre algo. Pero, no quita el hecho de que es posible cancelar otro argumento en su totalidad, siempre y cuando se demuestre que el mismo no tiene validez en lo absoluto.

Ejemplos de argumentos en contra pueden ser los siguientes:

“Si bien es cierto que hay plantas medicinales, consumirlas sin conocer realmente el mal que te aqueja, la dosis correcta a ingerir o para qué sirve exactamente, puede traer consecuencias peores”.

“Los deportes pueden unir a personas, pero también pueden separarlas debido a la competitividad, violencia o discriminación”.

Recomendación para aplicar los tipos de argumentos

Una vez conocido los diferentes argumentos que pueden usarse en diferentes textos, ya puedes empezar a practicarlos y aplicarlos. Sin embargo, si no te ha quedado del todo claro, o necesitas información más detallada, te recomendamos el siguiente vídeo: